-
En la tradición de Julián de Norwich y Santa Teresa de Ávila y todos los demás místicos, podemos aprender a hacernos vulnerables a los "favores de Dios", esas experiencias indescriptibles que se burlan de nuestros dualismos y saturan tanto nuestra imaginación de abundancia que trascienden nuestra capacidad de transmitir alegría y asombro. En la tradición de San Juan de la Cruz, podemos aprender a sobrevivir y sacar provecho de la noche oscura del alma.