-
Mi pacifismo surgió cuando me alisté en el ejército y me enviaron a Corea. Allí había un pequeño orfanato de una sola habitación llamado Song-do. Había 180 bebés allí, y eran bebés de soldados. El gobierno estadounidense no lo reconocía, y el gobierno coreano no tenía nada que ver con ellos. Vivían con una bolsa de 100 libras de arroz al mes. Algunos de esos niños, cuando tenían edad suficiente, salían a lustrar zapatos. Se presentaban en la puerta de nuestro recinto para lustrar zapatos, y uno juraría que estaban buscando a sus padres.