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El duro trabajo de sembrar semillas en lo que parece una tierra perfectamente vacía tiene un momento de cosecha. Todo sufrimiento, dolor, vacío, decepción es semilla: siémbrala en Dios y Él, finalmente, sacará de ella una cosecha de alegría.
El duro trabajo de sembrar semillas en lo que parece una tierra perfectamente vacía tiene un momento de cosecha. Todo sufrimiento, dolor, vacío, decepción es semilla: siémbrala en Dios y Él, finalmente, sacará de ella una cosecha de alegría.