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El futuro no tiene por qué imitar lo peor del presente. Hay nuevas formas de compartir información y, mientras no se renuncie a la importancia de la política, el futuro está ciertamente abierto.
El futuro no tiene por qué imitar lo peor del presente. Hay nuevas formas de compartir información y, mientras no se renuncie a la importancia de la política, el futuro está ciertamente abierto.