Cuando combinamos la aceptación con la autorresponsabilidad, podemos ver que siempre que nos encontramos en una situación dolorosa o perturbadora tenemos dos opciones: Podemos trabajar compasivamente para aportar algo positivo a la situación o abandonarla. Sin embargo, la clave está en la postura mental desde la que hacemos la elección y, por tanto, el primer paso es siempre aceptar el momento sin resistencia.