-
Una cosa que me encantaba de Nueva Zelanda era el estilo de vida interior/exterior del lugar. Recuerdo que pasé de jugar a la Xbox y tocar guitarras y cajas de ritmos en el apartamento de mi amigo, a pasear en bicicleta por los parques y por las calles de toda la ciudad, hasta llegar al océano, directamente al agua. Recuerdo que estábamos nadando hacia el exterior y llegamos a un lugar en el que queríamos ver -o yo quería ver- la profundidad del agua.