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Una de las pistas que tengo es Carl Philipp Emanuel Bach -por cierto, es el segundo hijo de Bach-, las variaciones de Emanuel Bach sobre "Le Folie". Creo que si escuchamos, por ejemplo, los últimos dos minutos de esa pista, hay una amplia gama de colores que el clavicordio es capaz de hacer. Y creo que eso desmiente la suposición de que no tiene esa variedad. Y creo que habla por sí mismo.