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  • La cuarta puerta es la Puerta de la Apertura, situada en el centro de nuestro corazón. Tiene que ver con estar abierto tanto a dar como a recibir amor. No se trata sólo de ser capaz de dar, sino también de estar abierto a recibir. Recibir conlleva cierta vulnerabilidad. Cuando realmente aceptamos y apreciamos todos los dones de la vida, nuestros corazones están verdaderamente abiertos al amor.

    Fuente: theindiespiritualist.com