Si pudieras leer algunas de las historias que tuvimos ante nosotros de padres de niños que morían de, digamos, cáncer de huesos. O de personas que lidiaban con familiares que se ahogaban en sus propios cuerpos, al final, sufriendo sin ninguna esperanza de que la ciencia médica moderna aliviara su dolor u ofreciera algún consuelo. Con la absoluta certeza de que iban a morir de todos modos. No logro comprender cómo podemos querer que esas personas sigan sufriendo esa agonía extrema entendiendo que es la voluntad de un creador o algún otro concepto filosófico.