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Por fin me revisaron la próstata. Y estaba superagradecido de haber enseñado a mi culo a silbar antes de que el médico me metiera el dedo. Su cara no tenía precio.
Por fin me revisaron la próstata. Y estaba superagradecido de haber enseñado a mi culo a silbar antes de que el médico me metiera el dedo. Su cara no tenía precio.