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  • Alan Rickman era un actor estupendo, y el personaje que interpretaba era estupendo. Y fue un placer estar con él. Solíamos reírnos juntos porque nos quedábamos sin tomas de reacción. Siempre... cuando todo estaba hecho y los niños habían terminado, giraban la cámara y teníamos que hacer varias tomas de reacción de asombro o tristeza y cosas así. Solíamos decir que llegábamos al número 200 y pico y nos quedábamos sin saber qué hacer cuando la cámara nos daba la vuelta. Pero era una gozada.

    Fuente: www.npr.org