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Me daba pereza leer, e incluso me daba pereza imaginar escenarios dibujados por las imágenes. Sólo me sugerían un sabor. Me las tragaba enteras, como hostias. Era una forma de adoración.
Me daba pereza leer, e incluso me daba pereza imaginar escenarios dibujados por las imágenes. Sólo me sugerían un sabor. Me las tragaba enteras, como hostias. Era una forma de adoración.