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Es un grupo de hombres, Conor incluido, todos muy colaboradores y cooperativos, amables, considerados, muy profesionales. Y conocen su oficio. Lo conocen muy bien. No hay lugar para perder el tiempo. No es nada desordenado. Cuando entro a este nivel, cuando tengo la oportunidad de jugar y trabajar a este nivel, es en la cima del juego. Creo que, en la vida, nos ponemos a la altura del listón. He tenido la suerte de ascender con ellos.