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Cuando empezamos, yo repartía comidas a la gente de Atlanta. Éramos una organización de atención directa. Y era... la gente necesitaba comidas, necesitaba transporte, necesitaba medicación, necesitaba sistemas de amigos. Tenían una sentencia de muerte. Había AZT, y eso era sólo prolongar la agonía, básicamente. Ahora la gente, por supuesto, si toma antirretrovíricos, se enfrenta a toda una vida de salud, básicamente. Es decir, yo diría que la certeza de que si tomas esa medicación tendrás una vida sana es del 99%.