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Siempre me gustó la compañía. La gente que la rodeaba eran increíbles narradores, ya fueran actores o miembros del equipo. Eran gente apasionante. Y sabía que eran diferentes cuando iba a ver a un amigo o me quedaba en casa de otra persona. Simplemente no era tan guay. Así que siempre me gustó el teatro, y ahí es donde empecé: en un teatro de Canadá.