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  • Empezar un nuevo hábito o acabar con uno antiguo puede parecer como soltar una cuerda que se balancea a una milla del suelo. Así que nos sentimos reacios a soltar, después de todo, hemos sobrevivido hasta ahora haciendo lo que hemos hecho, ¿por qué arriesgarnos?

    Fuente: bigthink.com