Desde el punto de vista de la productividad, establecer prioridades es fundamental. Y es muy fácil centrarse en despejar la cubierta de minucias, especialmente cuando uno está muy ocupado. Es casi fácil querer sentarse en el escritorio cuando se tienen cinco minutos libres y tratar de despejar algunos de los correos electrónicos entrantes en lugar de despojarse de las cosas de manera estratégica y fundacional y preguntarse cuáles son los objetivos más importantes para uno y para la empresa.