-
Llegué al país [EE.UU.] sin hablar una palabra de inglés, sin un céntimo, trabajé a jornada completa, 40 horas a la semana, fui a la escuela a tiempo completo, abrí mi propia pequeña empresa y acabé siendo multimillonario. Si yo pude hacerlo, sin siquiera saber el idioma, cualquiera puede hacerlo. Todo lo que hace falta es determinación, perseverancia y, como decía Winston Churchill: 'Nunca, nunca, nunca, te rindas'".