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  • No soy médico ni militar. Lo que soy es un ciudadano estadounidense agradecido y preocupado, que se horrorizó cuando se enteró de las horrendas tasas de suicidio (22 al día) y de TEPT/TBI entre nuestros militares. Como tal, me sentí obligado a llegar a cualquiera que quisiera escuchar, para tratar de ayudar con esta terrible situación. No se trata sólo de la vida y la muerte, sino de la vida y la muerte de quienes defienden nuestra libertad.