-
A través de mis estudios me he convencido de que la única manera de conseguir un mundo seguro, justo y viable es vivir según la Regla de Oro. Esto es lo que impulsa mis escritos. Quiero señalar esta interconexión, señalar la belleza de la fe en todas las tradiciones sin excepción, mostrar la complejidad de las atrocidades que hemos vivido y nuestra culpabilidad compartida como especie.