La selva tropical se está talando a un ritmo alarmante, y los orangutanes están perdiendo sus hábitats y muriendo, como consecuencia, más rápido de lo que podemos salvarlos, pero hay una solución. En Borneo, las pequeñas parcelas de selva tropical pueden ser un salvavidas para los orangutanes, siempre que unan bosques protegidos, permitiendo a los animales desplazarse con seguridad a mayores distancias.