Mi valoración de Julian Assange es profesional, en realidad, por lo que ha conseguido y por la idea que se le ocurrió, que encendió el mundo y sigue inspirando a otros como Snowden [el filtrador de la NSA Edward Snowden], sobre los tejemanejes secretos que se hacen en nuestro nombre con el dinero de nuestros impuestos en nombre de las grandes empresas o de la política. Lanzó la revolucionaria idea de que los ciudadanos pueden empezar a reivindicar un paradigma para cuestionar las estructuras de poder y a quienes ostentan la autoridad a través de un sitio web anónimo de denuncia de irregularidades.