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Y cuando digo que [M2 era] una producción lo-fi, es que era genial y mugrienta. Estaba acostumbrado a ese mundo, porque rodábamos en bares, en tiendas de segunda mano y en la calle. Y en los bares, que acababan de abrir, seguía habiendo vómito en el suelo y cerveza. Ciertamente lo mantuvimos real. Era un equipo pequeño.