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Una vez, mientras cocinaba, me quemé el brazo con agua hirviendo. Fui a urgencias del hospital. Cuando entró el médico me miró y miró mi historial, y me miró y miró mi historial, luego me volvió a mirar y me dijo: "¡Me ha encantado tu programa!". Me contó que cuando estaba haciendo sus prácticas llegaba a casa todas las noches estresado, pero veía una reposición nocturna del Show de Andy Griffith y se relajaba y se quedaba dormido. Me dijo: "Yo no sería médico, si no fuera por el Show de Andy Griffith".