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Por supuesto, en aquel momento no tenía ni idea de que la aventura no había hecho más que empezar y que la lucha y los rechazos se amontonarían ante mí, típico escritor joven, en una montaña implacable. Pero estaba en camino.
Por supuesto, en aquel momento no tenía ni idea de que la aventura no había hecho más que empezar y que la lucha y los rechazos se amontonarían ante mí, típico escritor joven, en una montaña implacable. Pero estaba en camino.