Tanto India como Pakistán tienen un largo historial de despliegue de estrategias retóricas para eludir la cuestión del plebiscito o la secesión completa del antiguo principado de Jammu y Cachemira. Cuando Pakistán se siente especialmente beligerante y grita hasta quedarse afónico declarando la legitimidad del plebiscito celebrado bajo los auspicios de las Naciones Unidas en Jammu y Cachemira, India responde con la misma agresividad exigiendo la retirada total de las tropas pakistaníes del territorio de Jammu y Cachemira anterior a la partición o, en un momento de preocupación vecinal, pidiendo la conversión de la Línea de Control Local en una frontera internacional permanente.