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Nuestro proceso dentro del gobierno de Estados Unidos ha mejorado mucho a la hora de asegurarnos de que tocamos todas las posibles fuentes de información sobre un refugiado. El proceso de entrevista se ha vuelto más sólido, así que nos hemos puesto las pilas en ese sentido. El reto sigue siendo, especialmente con respecto a las personas procedentes de Siria, que es poco probable que tengamos algo en nuestras manos. Es decir, con las personas procedentes de Irak, el gobierno de Estados Unidos estuvo allí durante un período muy largo de tiempo. Teníamos datos biométricos, teníamos información de origen. Es poco probable que tengamos ese tipo de información sobre alguien procedente de Siria.