Autores:
  • Margaret Thatcher en Gran Bretaña y poco después Ronald Reagan en Estados Unidos -ambos defensores a ultranza del fundamentalismo de mercado- anunciaron que la sociedad no existía y que el gobierno era el problema, no la solución. La democracia y el proceso político fueron prácticamente sacrificados al poder de las corporaciones y de las emergentes industrias de servicios financieros, al igual que la esperanza fue apropiada como reclamo para un mundo blanqueado en el que la capacidad de la cultura para criticar las prácticas sociales opresivas se vio enormemente mermada.

    Fuente: www.truth-out.org