El hecho es que en mi escuela preparatoria, fui a un internado, 39 jóvenes se graduaron de esa escuela preparatoria. Cinco años después, una cuarta parte de nosotros estábamos en SDS, en Estudiantes por una Sociedad Democrática. No porque fuéramos especialmente elegidos o porque tuviéramos, como digo, suerte, pero sobre todo tuvimos la suerte de crecer en una época en la que este movimiento por la libertad de los negros estaba definiendo realmente el carácter moral de lo que significaba ser un ciudadano y una persona.