-
Es una actitud muy privilegiada y creo que la ignorancia es muy fuerte ahí. Cuando la gente dice: "Oh, por favor, no quiero oír esa conversación", es porque les incomoda". Pero es porque creen que todo está bien. Si fuera racista, pasaría a alguien a quien pudiera hacer cambiar de opinión, pero se trata sobre todo de ignorancia. Así que cuando alguien dice: "Oh, no importa", no sólo hago responsables a los diseñadores, sino también a los directores de casting y a las agencias de modelos por no haber empujado a esas otras chicas hacia los diseñadores.