-
La presencia de [Steven Sebring] también fue agradable para mis hijos, que, como acababan de perder a su padre, naturalmente ansiaban una cálida atención masculina. Se sintieron atraídos por él enseguida.
La presencia de [Steven Sebring] también fue agradable para mis hijos, que, como acababan de perder a su padre, naturalmente ansiaban una cálida atención masculina. Se sintieron atraídos por él enseguida.