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Quienquiera que sea el Señor, nos ha dado una facilidad. Te ha dado manos, piernas y fuerza, así que usa esa facilidad para elevarte por encima de la baja condición. En su defecto, te dio dos buenas piernas, sólo corre como el demonio.
Quienquiera que sea el Señor, nos ha dado una facilidad. Te ha dado manos, piernas y fuerza, así que usa esa facilidad para elevarte por encima de la baja condición. En su defecto, te dio dos buenas piernas, sólo corre como el demonio.