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Me encanta James Joyce, Dublineses y otras obras. Y me interesó la forma en que se utilizaba el guión en la topografía inglesa -en su obra en particular- y me di cuenta de que no había ninguna compulsión a utilizar esos feos rizos de puntos por todas partes para designar el diálogo. Empecé a mirar a mi alrededor y encontré escritores que podían hacer transiciones bastante claras con el propio lenguaje. Ahora soy un poco inconformista. Siempre trato de forzar el medio.