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Entrabas en la tienda de magia [cuando tenías 8 años], te acercabas a los magos que hacían cosas y te daban la espalda. "Dios mío, ojalá me aceptaran". Realmente encendió un fuego. Realmente quería triunfar.
Entrabas en la tienda de magia [cuando tenías 8 años], te acercabas a los magos que hacían cosas y te daban la espalda. "Dios mío, ojalá me aceptaran". Realmente encendió un fuego. Realmente quería triunfar.