-
No me gustaría establecer analogías con el pasado. Los gobiernos, los dirigentes, los intelectuales, principalmente los intelectuales que deberían conocer las dimensiones éticas, son tan importantes, tan esenciales para la cultura, la religión, la civilización y nuestras propias vidas. ¿Y eso qué significa? Significa no ser indiferente, no quedarse de brazos cruzados. Es un mandamiento bíblico con el que estamos comprometidos.