Cantar no te impide ser creativo o productivo. De hecho, te ayuda a concentrarte. Creo que sería un gran sketch para la televisión: imagina a todos los trabajadores de la cadena de montaje de Ford en Detroit cantando Hare Krishna Hare Krishna mientras atornillan las ruedas. Sería maravilloso. Podría ayudar a la industria automovilística, y probablemente también habría más coches decentes.