Crecer durante la Segunda Guerra Mundial sin duda afectó a toda mi visión de la vida, pero apenas sé cómo, es algo tan profundo. Lo que es difícil de explicar ahora es que, aunque nunca nos invadieron, y sólo nos bombardearon una vez y de forma ineficaz en la costa de Oregón, todo el mundo en el país estaba en esa guerra. Todo lo que hacíamos estaba influido por ella: comer, viajar, vestir, pensar... todo en la vida cotidiana.