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La muerte de Bowie es algo muy emotivo. Mi generación de clase trabajadora británica, siente como si hubiéramos perdido a nuestro líder espiritual, a nuestro gurú. Siempre pensé que si yo llegara a tener cien años, de alguna manera Bowie tendría ciento quince. Estaría ahí para seguir dirigiéndome y guiándome.