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He visitado a los trabajadores despedidos de las fábricas y a las comunidades aplastadas por nuestros horribles e injustos acuerdos comerciales. Estos son los hombres y mujeres olvidados de nuestro país y están olvidados, pero no van a estar olvidados mucho tiempo. Son personas que trabajan duro pero que ya no tienen voz. ¡Yo soy su voz!