Autores:
  • El desequilibrio entre razón y emoción puede explicar la tenacidad de la religión en las sociedades: las religiones del mundo están optimizadas para aprovechar las redes emocionales, y los grandes argumentos de la razón valen de poco frente a esa atracción magnética.

    David Eagleman (2011). “Incognito: The Secret Lives of the Brain”, p.128, Vintage