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  • Si nos fijamos en las últimas décadas, vemos que la alianza derechista-fundamentalista estadounidense demonizó a las familias orientadas a la asociación y pintó los derechos de las mujeres como una amenaza a la "tradición", que por supuesto lo es a las tradiciones de dominación. Estas personas tenían una agenda política integrada que reconoce que una familia "tradicional" autoritaria, dominada por los hombres y punitiva es fundamental para una política autoritaria, dominada por los hombres y punitiva. Podemos ver esta conexión en los brutales regímenes verticalistas, ya sean seculares como la Alemania nazi o religiosos como el ISIS en Oriente Medio.

    Fuente: www.psychologytoday.com