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Puede ser ayudar a explorar una historia visualmente yendo a ver una exposición en un museo que guarde relación con algo que alguien esté leyendo, o ir a ver un espectáculo o escuchar una pieza de música o cocinar una comida que esté en una de las historias, algo práctico, algo kinestésico que atraiga al lector y le ayude a experimentar la historia por sí mismo. Creo que todas estas son formas de entrar por la puerta de atrás y ayudar a los niños a encontrar el placer de la lectura, en lugar de la tarea o la responsabilidad.