Como musulmanes, todos somos iguales, acatamos las leyes y entendemos que tenemos que ser ciudadanos activos dondequiera que estemos. Nuestros objetivos son, en primer lugar, vivir según nuestros principios, recordar a la gente estos valores, reconciliar nuestras respectivas sociedades con estos valores universales compartidos e intentar por todos los medios impulsar una agenda espiritual con más ética en la sociedad, en la política, en la economía y en la cultura.