El narcisismo es en realidad un disfraz inteligente adoptado para enmascarar su opuesto exacto, que es un profundo pozo de odio a sí mismo, un pozo de baja autoestima, en lugar de alta autoestima. Esto ayuda a explicar por qué los narcisistas son tan sensibles a la crítica, por qué los narcisistas tienden a romper en indignación si son criticados, porque su autoestima es en realidad mucho más frágil de lo que parece, y una vez que son desafiados, esa máscara se desmorona.