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Siempre me ha gustado ser el malo. Es más natural para mí. No tengo que sonreír, no tengo que besar bebés. Es más fácil decirle a la gente en los aeropuertos a las cuatro de la mañana que no voy a firmar sus cosas.
Siempre me ha gustado ser el malo. Es más natural para mí. No tengo que sonreír, no tengo que besar bebés. Es más fácil decirle a la gente en los aeropuertos a las cuatro de la mañana que no voy a firmar sus cosas.