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Creo que es muy bueno que no te publiquen. Parece una locura, pero es verdad. La gente quiere que le publiquen muy pronto, pero en el momento en que eso ocurre, pierdes un poco de originalidad. Una vez que publicas, siempre estás haciendo cosas por encargo. Dejas de ser un tejedor y te conviertes en un sastre. Adaptas las cosas a la moda de los demás.