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Llega un momento en que una ley puede ser tan injusta que es necesario negarse abiertamente, con amor y con voluntad de aceptar las consecuencias, a cumplir una ley enormemente injusta.
Llega un momento en que una ley puede ser tan injusta que es necesario negarse abiertamente, con amor y con voluntad de aceptar las consecuencias, a cumplir una ley enormemente injusta.