-
Lo que pasa con California es que es una especie de sueño, y empecé a sentir que vivía en un sueño. Todavía me siento así. Por eso creo que he podido hacer realidad muchas cosas que eran sólo ideas. Cuando vivía en New York, era una carrera de ratas, muy competitiva y todo era tan concreto y estaba siempre delante de tus narices. Si eres como, "¡Voy a ser escritor!" Todo el mundo es como, "Sí, tú y todos los otros imbéciles en el metro." No hay mucho espacio para el movimiento independiente y libre de la imaginación.