Hay veces en las que pienso que ser bipolar me da la capacidad de ver y querer y escribir cosas que otras personas no pueden y no hacen. Una de ellas es escribir. La creatividad es algo que coexiste con la bipolaridad. Hay otras veces en las que ser bipolar legítimamente apesta y te lleva a un punto en el que quieres suicidarte. Algo muy extraño cuando tu cerebro que, evolutivamente hablando, debería querer que sobrevivieras te está diciendo que mueras.