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En los años setenta tuvimos que conseguir que la gente aceptara a las niñas y a las mujeres como atletas. Tuvimos que hacer que se aceptara que fueran activas. Eran tiempos mucho más aterradores para las mujeres deportistas.
En los años setenta tuvimos que conseguir que la gente aceptara a las niñas y a las mujeres como atletas. Tuvimos que hacer que se aceptara que fueran activas. Eran tiempos mucho más aterradores para las mujeres deportistas.